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Esta novela fue el regalo de cumpleaños de una amiga con la que comparto los autores más personales y la irremediable curiosidad por descubrir nuevas lecturas.
Sin embargo a Gioconda Belli no puedo considerarla nueva, su primera novela, «La mujer habitada«, fue una pieza importante en el puzzle de lecturas de mi adolescencia.
He de confesar que un par de décadas más tarde volví a leerla, en busca de la ilusión y la conexión de aquellos años… pero no cuajó el reencuentro. Hay libros que estremecieron en el pasado, pero que cuando se leen de nuevo se quedan desvaídos entre las manos. Entonces prefiero devolverlos al recuerdo y dejarlos dormitar allí tranquilamente.
La lectura de «El intenso calor de la luna» prometía una mejor conexión vital. Su protagonista es una mujer madura, una mujer que avanza hacia la rebelión frente a la nube de tópicos sociales que etiquetan sin piedad la menopausia. El devenir del argumento es previsible, pero progresa con buen paso hasta el desenlace, amplificando poco a poco su intensidad hasta llegar al último capítulo.
Tras la última página de la novela se esconde un poema de la autora. género por el que Gioconda Belli también es muy conocida y que constituye la parte más voluminosa de su obra.
Un nuevo encuentro con esta autora, pero que no ha conseguido conectarnos. C’est la vie!.
el mundo de Perejil 
Ese ejercicio de releer libros de juventud lo he experimentado varias veces, y me ha pasado lo mismo que a tí; salvo con dos: Siddharta y El viejo y el mar, siempre les encuentro algo nuevo.
Un abrazo
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También he releído «El viejo y el mar» y te doy la razón. Hace poco, en otro blog encontré un corto de animación de este relato y también me encantó.
Con Siddharta no lo he intentado, pero todo se andará.
Un abrazo.
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